Cuauhtémoc Sandoval Salazar, médico del Departamento de Enfermería y Obstetricia de la División de Ciencias de la Salud e Ingenierías del Campus Celaya-Salvatierra de la Universidad de Guanajuato (UG), asegura que la música podría ayudar a disminuir el estrés o la ansiedad que nos provoca el confinamiento al que orilla la pandemia del COVID-19.

Citando a la Sociedad Internacional de Neurociencias, el médico Cuauhtémoc Sandoval Salazar sostiene que la música es uno de los elementos más importantes para tener un cerebro saludable.

“La música puede ser un elemento clave para disminuir sensaciones de estrés que se producen día a día, la podemos escuchar solamente nosotros o compartirla con la familia. Afortunadamente, muchos de nosotros estamos con nuestros seres queridos y esto nos puede ayudar a mitigar los efectos que se generan por esta pandemia”, dijo.

Especialista en neuroquímica cerebral y musical, señaló que la música ayuda al equilibrio cognitivo, social y racional, y tiene la capacidad de provocar respuestas emocionales, tanto positivas como negativas, que responden al conocimiento y experiencias previas del individuo, por lo que la selección de la música también importa mucho.

“La música siempre ha sido parte de nuestra especie, ha aparecido en todas las culturas e incluso ha sido un tipo de lenguaje”, agregó.

Citando a la Sociedad Internacional de Neurociencias, indicó que la música es uno de los elementos más importantes para tener un cerebro saludable. Sin embargo, es de gran importancia complementar con una buena alimentación y actividad física, e incluso buscar interacción social, aunque sea a través de la pantalla.

“Está demostrado que una melodía pasa por la corteza auditiva que se relaciona con la parte izquierda del cerebro, pero ambas partes trabajan si ésta tiene letra. Entonces, si se escucha una melodía con letra y, además se canta, funcionan varias partes del cerebro que activan memorias asociativas y mejoran la dimensión emocional del individuo”, explicó.

Existen diversos géneros musicales y cada uno influye de diversas formas. La música clásica crea conexiones sinápticas que favorecen los procesos de aprendizaje; la salsa y el reguetón incitan al baile, lo que mejora los procesos cardiorrespiratorios; y escuchar rock al practicar un deporte optimiza el acondicionamiento físico y la resistencia.