La danza del Torito ha penetrado tanto en el gusto popular que muchos niños, a pesar de los avances digitales, tratan de imitar los pasos o las actitudes de los 9 danzantes enmascarados que participan en ella, ¡e inclusive se caracterizan como el personaje por el cual sienten especial atracción!

José Luis Zúñiga Orozco, historiador experto en la danza del Torito.

Es una danza muy antigua de origen colonial, manifiesta el historiador silaoense José Luis Zúñiga Orozco. Se caracteriza por el jolgorio que generan sus 9 personajes en una ensalada de bailes chuscos e improvisaciones, los sonidos bélicos y la divertidísima aparición de cada bailarín en la calle o la plaza que se toma como escenario. En el baile, La Mulita, El Caballito, La Maringuía, La Borracha, El Viejito o Ermitaño, El Moco y El Diablo se lanzan al ruedo para retar o tratar de controlar al Toro y entre ellos va danzando La Muerte.

Una de las versiones más populares sobre el significado de esta danza, íntimamente relacionada con la ganadería y el término de la cosecha, está conectada con la religión cristiana. Desde esta perspectiva, se trata de una manifestación religiosa que sirvió para catequizar o acercar a la gente a la liturgia.

El Torito es una danza de tipo satírico-moral que nació hace más de 400 años en las haciendas ubicadas en la región donde se localiza Silao. Además de su conexión con la cristiandad, hace mofa de lo bueno y malo que trajeron los españoles, como el caballo, el catolicismo o enfermedades como la viruela, la gonorrea o la gripe.

La danza del Torito nació hace más de 400 años.

“La danza tiene una posible antigüedad de más de 400 años; en la jurisdicción de Silao se empezó a bailar a finales del siglo XVI y principios del XVII”, refiere Zúñiga en su libro “La danza del Torito de Silao. Historia y significado” [2002].

Según la connotación religiosa que emana de esta danza-jolgorio de origen colonial, sus personajes representan los 7 pecados capitales, la vida misma y el ocaso o la muerte.

“La equiparación que se hace entre los personajes y los pecados capitales nos enmarca, en gran parte, los problemas por los que se tiene que pasar en la vida terrena, sorteándolos desde que el ser humano tiene uso de razón hasta su muerte”, establece Zúñiga en su obra, producto de nueve años de investigación.

“Comienza con la salida estrepitosa del Toro, lo que da a entender que el ser humano, al pasar la vida rápida, vertiginosa, ávido de conocer y enfrentarse a cualquier tipo de problema, se encuentra con los pecados capitales”, abunda.

Por ejemplo, La Mulita o El Caporal representa la ira, “la cual se caracteriza por el apetito desordenado que la lleva a la venganza personal o al acaloramiento excesivo del ánimo cuando algo nos contraría”. El Caballito es la representación del “deseo enfermizo de riquezas, que puede conducir al robo, a la usura, al engaño y al homicidio”.

Es una danza muy antigua de origen colonial que se caracteriza por el jolgorio y el colorido de sus personajes.

La Maringuía equivale a la lujuria, “pecado capital que se refiere al apetito de deleites carnales”. La Borracha representa la embriaguez o el exceso de bebidas embriagantes. El Moco, que simboliza la pereza, nos recuerda que la “ociosidad es la madre de todos los vicios, por lo que se considera que el personaje cae en las tentaciones que lo llevan a la ignorancia, al tedio y a la miseria”.

El Ermitaño encarna la envidia, “la cual se caracteriza por pensar en el bien ajeno, considerado como el mal propio que nos mortifica”; El Diablo personifica la soberbia o el orgullo, “lo que nos incita a oprimir a los demás”.

Al finalizar la danza, aparece La Muerte, el fin de la existencia; “después de pasar por los obstáculos de la vida, los pecados capitales, La Muerte es la única vencedora”.

“La gente que conoce esta versión del Torito trata de ver lo que en la vida debe evitar y tiene presente, a la vez, lo que debe anhelarse, que son las virtudes que se contraponen a cada uno de los pecados capitales”, concluye el experto.

REPRESENTACIONES
El Caballito — Avaricia
La Mulita — Ira
La Maringuía — Lujuria
La Borracha — Gula
El Viejito o Ermitaño — Envidia
El Moco — Pereza
El Diablo — Soberbia
El Toro – Las implicaciones de la vida misma
La Muerte – El fin de la existencia

***Fotos: Dr. Eduardo Vidaurri/Dibujo: Manuel Leal.