Por David Saucedo

En esta fase de la guerra de cárteles en el estado de Guanajuato, y en plena etapa post Marro, se están presentando 4 tipos de masacres a todo lo largo y ancho de la entidad: masacres tácticas, de distracción, masacres con fines económicos y masacres políticas.

En las masacres tácticas las células de los cárteles en disputa buscan, simple y llanamente, la eliminación del adversario. Aunque puede haber un hecho en particular que las detone, el objetivo primordial es la disminución de la capacidad de fuego del enemigo, reduciendo su número de combatientes. La ejecución de 7 albañiles procedentes del estado de Michoacán, ocurrida el 9 de agosto en la carretera Apaseo el Alto-Jerécuaro, fue una masacre perpetrada con fines tácticos.  Pero se trató de un error. Sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) confundieron a los trabajadores de la construcción con integrantes del Cártel de los Viagras, que llegaban en apoyo de sus aliados del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL). Lo que abonó en el equívoco fue que, en las semanas y meses previos a la detención del Marro, arribaron muchos efectivos desde Michoacán para apoyar al CSRL. Con el asesinato de un contingente de “tropas de refresco”, que llegaban por esa carretera, el CJNG intentó cortar esa línea de abastecimiento de una vez por todas. El mensaje es claro. Esa arteria está monitoreada y los Viagras no volverán a pasar por allí sin ser detectados.

En las masacres de distracción los cárteles realizan multihomicidios con el objeto de “calentar la plaza”. En el argot criminal, esta es la denominación que recibe un evento de alto impacto que produce la concentración de elementos de fuerzas estatales y federales en una zona específica, desprotegiendo otra. Es decir, se realizan multihomicidios para direccionar a las fuerzas de seguridad a regiones que controla el adversario y aliviar la presión sobre zonas que son del interés propio. La masacre en donde una célula del CSRL asesinó a 26 jóvenes de un anexo de Irapuato, fue en parte para desarticular centros de distribución de droga y de reclutamiento de efectivos del CJNG y en parte para calentar dicha plaza.

Tras la detención del Marro, se están presentando 4 tipos de masacres a todo lo largo y ancho de la entidad: tácticas, de distracción, con propósitos económicos y de tintes políticos.

Con la aniquilación de Grupo Sombra (aliados del Marro), el Grupo de Élite del CJNG hace tiempo obtuvo el control de la ciudad fresera y de muchos de sus anexos. Por ello el Marro ordenó la peor masacre de la historia en dicha ciudad. En automático fuerzas estatales y federales arribaron a Irapuato, entorpeciendo con ello las actividades de narcomenudeo del CJNG. Además, gobierno del estado tomó la decisión de cerrar los anexos que no tuvieran sus permisos en regla. Es decir, casi todos. Con la masacre de Irapuato el Marro hizo una jugada de tres bandas. Logró que fuerzas de seguridad se concentraran en territorio del CJNG, indujo al gobierno del estado a clausurar los anexos en todo el estado (muchos de los cuales eran controlados por los jaliscienses) y dificultó los movimientos del CJNG en la ciudad fresera.  

Las masacres con fines económicos tienen que ver con la recaudación de fondos para el Cártel de Santa Rosa de Lima. Dicha organización tiene varias células activas, secuestrando y extorsionando en varios municipios. El procedimiento es sencillo pero eficaz. La jefatura del cártel manda a una primera célula a extorsionar y asesinar a profesionistas, comerciantes y propietarios que se resistan. Esta primera célula será capturada o aniquilada por fuerzas de seguridad o por el cártel rival. Pero se trata de una célula de «sacrificio». Su función es atacar, dejar una estela de muerte y un ejemplo para que las demás personas extorsionadas paguen. Los sicarios suelen ser muy jóvenes, sin una trayectoria criminal amplia y en ocasiones reclutados ex profeso para la ocasión. Cuando la primera célula es detenida o exterminada, de inmediato se activan las demás células extorsionadoras. Pero con los primeros casos de personas asesinadas por no pagar derecho de piso, las siguientes víctimas no presentarán denuncias. Solo tienen dos caminos: pagar o cerrar sus negocios. Las extorsiones existen, pero el miedo paraliza e impide la presentación de denuncias.  El asesinato de 4 carniceros del mercado Tomasa Esteves de Salamanca y de 5 personas de una taquería de Irapuato se realizaron con este propósito.

Finalmente, las masacres políticas son golpes dirigidos en contra de las autoridades. Se trata de multihomicidios realizados con el objeto de provocar protesta social, críticas en redes sociales y golpeteo político en contra de funcionarios de distinto rango. Aunque el asesinato de 5 mujeres en un velorio de Celaya casi con seguridad estuvo ligado a las actividades ilícitas en las que estaban involucradas personas de su entorno familiar, la realización de dos eventos de alto impacto en un mismo sitio, más el regreso de los ataques a tortillerías de dicha ciudad, parece un franco reto y desafío del CSRL en contra de Miguel Ángel Simental, secretario de seguridad pública y de Elvira Paniagua, presidenta municipal. Ambos personajes son identificados por la dirigencia del CSRL como aliados del CJNG y, por ende, su caída es un objetivo prioritario para dicho cártel.  

Como se puede apreciar, muchas masacres se realizan buscando objetivos múltiples. Generan consecuencias inesperadas y en todo caso provocan un total desconcierto de las autoridades. El modus operandi de las células del Cártel de Sinaloa, que operan en la ciudad de León, es completamente distinto. No incurren en prácticas de narcoterrorismo como las células del Mencho o el Azul, salvo cuando son confrontadas en su propio territorio (Culiacán). En la ciudad zapatera los sinaloenses realizan ejecuciones “quirúrgicas”, dirigidas contra individuos y objetivos particulares y no contra grupos de personas. Reducen los daños colaterales al mínimo, aunque son igualmente letales y crueles. Lamentablemente, poco a poco, esa comienza a ser una disyuntiva en Guanajuato. Elegir entre dos opciones, una mala y otra peor.