Gregorio Mendoza, el ex secretario de Ayuntamiento de Pénjamo, quiere desempolvar al Partido Acción Nacional, quitarle conservadurismo y alejarlo de la clásica imagen del político priista del siglo XX que tenían Marcelino Elizarrarás Cervantes, Pedro Chávez Arredondo o Gustavo Soto Arias. ‘Goyo’ tiene otro estilo, más chic y diríase que menos penjamense, pero perdió piso con su radical cambiazo de político provinciano a precandidato que salta a la palestra no con un sombrero campirano ni un chaleco acolchado, sino con un cinturón cuyo precio supera los 10 mil pesos mexicanos.
A pesar de que el precandidato panista a la Presidencia Municipal de Pénjamo se apresuró en argumentar que su principal bandera será la austeridad, ese accesorio de lujo lo contradijo y lo desvistió.
Si la ex primera dama de México, Angélica Rivera, fue atacada por elegir vestidos súper carísimos, por recibir al Papa vestida de blanco y por usar tentadores minishorts, ‘Goyo’ Mendoza levantó la polvareda por culpa de un cinto que no hizo más que reflejar la incoherencia entre atuendo y personaje o la disparidad entre discurso y realidad. Ataviado con un cinto italiano de precio exorbitante, el precandidato hizo pedazos los principios de austeridad, racionalidad y moderación que el panismo esgrime contra los excesos de la Cuarta Transformación.
A ‘Goyo’ se le olvidó que los ganadores son, casi siempre, aquellos que proyectan una mejor imagen. Y el lujoso cinto que algún acucioso observador descubrió entre el atuendo goyesco contrasta con las condiciones en las que viven miles de penjamenses. Aunque Acción Nacional se empecina en evidenciar los errores de López Ladrador como apóstol de la austeridad, ‘Goyo’ encarnó el papel del gobernante lejano e inalcanzable que goza de privilegios en su olimpo.
Andrés Manuel, por ejemplo, apareció con unos zapatos de la marca Crockett & Jones, valorados en más de 14 mil pesos, un detalle que choca contra el lema de primero defender a los pobres.
Parecería cosa trivial o insustancial, pero a mayor disparidad entre valores que se pregonan y acciones que se realizan, menor capacidad para generar empatía y menor conexión con la gente.
Gregorio Mendoza enfrenta a dos rivales en el proceso intrapartidista (José Martínez Felipe y Raúl Contreras Chacón), su conducta ha dado margen a todo tipo de especulaciones y hace tres años, cuando también intentó apoderarse de la candidatura a la Presidencia Municipal, lo marginaron por predicar en el desierto.
‘Goyo’, funcionario del Gobierno del Estado, ya tiene toda su planilla estructurada y entre panistas de Pénjamo se rumora que el dedo índice del Gobernador se puede posar sobre su frente, pero ni María Alejandra Medina, aspirante a la sindicatura, ni José Miguel Herrera, aspirante a la primera regiduría, lo ayudan a evitar resbalones que pueden revertir decisiones. Tal vez lo rebase Raúl Contreras Chacón.
