Carlos García, el alcalde morenista de Silao, decidió abortar la intención de pelear por la reelección, reveló una fuente cercana al bando monrrealista de MORENA. “Ya está cansado de la crítica y no ha podido recuperarse después de la denuncia que le tronó el Secretario de Ayuntamiento (Rogelio Santoyo)”, explicó la fuente reveladora.
Tras revisarse varias mediciones en las que la apreciación ciudadana no favorece al ex panista García, MORENA estaría apostando por un perfil más joven y enérgico. Al hablarse de jovialidad e ímpetu, Mario López Remus también estaría descartado. Esta evaluación interna estaría favoreciendo a perfiles un poco más jóvenes que Carlos García, un ingeniero venido a menos que encontró su mina de oro en MORENA como infiltrado del PAN-Yunque (Carlos García es el “conejillo de indias” del gobernador panista Diego Sinhue en el laboratorio político llamado Silao).
Con un gabinete extremadamente débil y un equipo de comunicación demasiado anticuado y lento, Carlos García fue perdiendo credibilidad a pasos acelerados. Se desmoronó como terrón de azúcar por su incapacidad para reaccionar rápido y de manera asertiva ante escenarios adversos que, por cierto, ya son muchos en menos de año y medio de mandato. Sus “asesores” ni le abren los ojos ni lo ayudan a salir del laberinto, si es que de verdad los tiene (pareciera que el Alcalde silaoense camina con los ojos vendados entre los palazos que le propinan sus detractores).
En cuanto Carlos García manifestó su inclinación hacia el bando del senador zacatecano Ricardo Monreal, se desencadenaron todos los problemas que lo aniquilaron (esa prematura confesión lo colocó como el traidor por excelencia dentro del morenismo silagüeño). Con Monreal, un “apestado” entre los maniáticos de la adoración obradorista, comenzó la debacle de Carlos, atorado entre las fulminantes imposiciones de su patrón Ricardo García Oseguera y la pasividad de su lerdo y enfermizo gabinete (en el que se entremezclan mercenarios provenientes del PRI, mediocres prófugos del PAN, falsos masones y perredistas marca Zacatecas). A esos dos graves achaques se le sumaron los dardos envenenados de Rogelio Santoyo, otro ex panista que descubrió los flancos débiles del Alcalde decadente, quien inclusive llegó a estar entre los aspirantes a la candidatura de MORENA a la Gubernatura a mediados de 2022. Hace unos meses, poco antes de la Navidad de 2022, Carlos García no descartaba ir por la reelección, pero el desgaste político a base de “pedradas” lo ha descarrilado por completo (y su cuarto de “asesores” no lo ayuda ni lo defiende).
Todos los problemas se le están acumulando: la ingobernabilidad, la acumulación de basura en las calles, la inseguridad, la ingenuidad de la falsa masonería, el “asesorismo” al estilo ochentero, la intención de promover a su esposa Ivonne Castro como candidata a lo que sea, el regreso de su coach Rudy Rodríguez Cortés, la ineptitud (o la perversidad) de gran parte de su gabinete, el presunto desvío de 4 millones de pesos, el escándalo del campo de golf que supuestamente pretende construir en Chichimequillas, el asesinato del coordinador operativo de la Policía Preventiva, su prematura pasión por Ricardo Monreal, la intromisión de García Oseguera en la agenda gubernamental, el Secretario rebelde de Ayuntamiento, una bancada de MORENA adormecida que no propone ni apoya a su Presidente Municipal, un equipo de Comunicación desorientado y chapado a la antigua, las falsas declaraciones, las mentiras que salen a chorros de su propia boca, una Evolución que no llega, un Tesorero que huele a corrupción, un juez municipal acusado de fraude, un teleférico que nunca se construirá. Con todos esos problemas sobre los hombros, Carlos García ya no irá por la reelección. No es una carta para MORENA y, si acaso lo fuera, el partido guinda perderá la próxima contienda.