Una vez clarificadas las tablas que determinan la paridad política de género al interior de los partidos, la cancha silaoense se ve más nítida. Guadalupe Espinosa quedó anulada; Carlos García hizo el ridículo y ni con actos anticipados pudo revertir la femineidad morenista; José Antonio Trejo avanza con pasaporte en mano hacia la continuidad, salvo surja carta emergente por fragor interno, y Francisco Velázquez, por arreglo cupular, ¿sería el ‘bendecido’ del PRI?
Revisen aquí el primer esbozo del panorama político de Silao en el sinuoso camino hacia la contienda intermedia del verano de 2021:
MORENA
En MORENA, la femineidad ganó contra todos los vaticinios de los ex panistas que hoy militan en este partido, cada vez más avejentado que aventajado. Dislocados por las decisiones de participación igualitaria, los equipos de los ex panistas Carlos García y Juan Antonio Morales Maciel se desbarataron. Carlos García, a pesar de sus invitaciones a mítines y comilonas, ilusionó a una carretada de ilusos e hizo el ridículo (peor que la ridiculez de su padrino político, Ricardo García Oseguera, quien fue detenido en Guanajuato Capital por manejar ebrio y sin control su vehículo, y no precisamente el vehículo político). Tal y como se venía comentando desde diciembre de 2019, la dinastía Valdovino estaría metiendo la mano en MORENA, a imagen y semejanza de lo ya ocurrido en 2006 y 2009, cuando la metieron —toda y hasta el fondo— en el PRD. Según esta hipótesis (hasta cierto punto conspiranoica), Patricia Isabel Valdovino (y no Alma Alcaraz) sería la candidata del morenismo no guadalupano a la Presidencia Municipal de Silao. El consuelo político de Carlos García sería, por lo tanto, apoderarse del enflaquecido Partido del Trabajo.
VERDE
Después de toda su alharaca dentro y fuera del Partido Verde, Guadalupe Espinosa, popularmente conocida como “Pita Corral”, vio sofocadas todas sus ilusiones políticas de pervivencia. De ahí que, marginada por criterios de paridad, arreció sus críticas —volátiles e infundadas— contra todo lo que huele y se asemeja al Presidente Municipal en turno. En grupos y muros dedicados al trolleo y a las fake news de mensajes provocadores e inciertos, Guadalupe Espinosa fue presentada como pseudo-candidata de MORENA a la Presidencia Municipal, una nominación que electoralmente perjudicaría al partido guinda e iría en contra de todo lo que “Pita” ha pregonado en sus discursos virtuales sobre congruencia y capacidades. Sin tener nociones de gobernabilidad ni procesos administrativos, la ex candidata del Verde a la Alcaldía parece cada vez más condenada al congelador político y al clásico papel de antagonista y cavernoso estertor en las redes sociales, lo que sería, en líneas de José Alfredo Jiménez, “consuelo de los que sufren, adoración de la gente”. Una vez masculinizada la candidatura del Partido Verde, Miguel Bolaños (hermano del ex candidato Jesús Bolaños) y el ex regidor Rafael Álvarez sonarían como abanderados ecologistas.
PRI
En el priismo, hay tres que aspiran a la candidatura a la Presidencia Municipal, por la suculenta comodidad de perder y de todos modos poder ocupar una silla en el Cabildo. El actual regidor José Cruz Rangel, el joven Álvaro Caballero y el abogado Francisco Velázquez ya levantaron la mano. Este jueves 26 de noviembre, el grupo que respalda a Velázquez sostuvo una reunión con la cúpula priista del estado para proponerlo como candidato a la silla principal del Ayuntamiento silaoense. A esa reunión lo acompañaron, entre otros ex, el ex dirigente local del PRI, Gustavo Carpio; el ex regidor Jaime Gómez, el ex diputado federal Ricardo Ramírez Nieto. Debe anotarse aquí que el ex alcalde Enrique Solís (mundialmente famoso por reprender y tratar de acallar a golpes a la prensa) abandonó a los velazqueños para sumarse al equipo de Cruz Rangel. La traición de Solís jugará, a pesar del destierro al que fue condenado, será crucial en las decisiones que el PRI tome hundido en la aceptación de una derrota municipal en una situación electoralmente adversa y perjudicial.
PAN
Dentro del panismo, donde también se apuesta por cabezal masculino en la planilla, el actual alcalde de Silao, José Antonio Trejo, conserva, por pasividad e inocuidad de otros suspirantes, el báculo de mando en el ombligo industrial del Bajío. Sin embargo, los augurios de los que leen “bolas mágicas” apuntan hacia la candidatura emergente en manos del hoy secretario de Ayuntamiento, Alejandro Peña, de ascendencia notarial y con más de 10 años de experiencia en la cosa pública. Trejo, por su capacidad de aglutinamiento, avanza con pasaporte en mano hacia la continuidad, no obstante, las críticas constantes que recibe por parte de toda la borregada de Guadalupe Espinosa e inclusive por parte de panistas resentidos que pertenecen a su propio clan. Emanado como silaoense popular del ámbito futbolístico, Toño (o Pepe) Trejo —tal y como se le conoce fuera del claustro— puede anotar gol olímpico, el gol casi imposible desde una posición oblicua. Agucen su “sexto sentido” e infieran, con base en sus referencias numéricas, qué rentabilidad electoral podría generar la embarcación panista con un capitán de último momento, qué porcentajes positivos obtendría con “nuevo viejo conocido” o qué niveles de aceptación alcanzaría con la repetición. Sea cual fuere la ponderación de estas tres proposiciones, Melanie Murillo —por más esfuerzo que hizo y recordando al relámpago norteño Cornelio Reyna— se cayó de la nube en que andaba.