Monterrey, la Capital Industrial de México, le sirvió de escaparate al persistente Alejandro Navarro, aspirante natural —e irreemplazable— a la Gubernatura del estado de Guanajuato.
No es sólo el Alcalde de una capital barroca, virreinal o cervantina de México, sino el ejemplo de cómo crear opinión pública sostenible en tiempos de hipercompetencia e infoxicación. En estos términos de la nueva oleada comunicacional deben entenderse las claves del ascenso meteórico de Navarro, ahora convertido en el adalid de la lucha por más recursos para los municipios, huérfanos de presupuesto federal en tópicos fundamentales como la seguridad, la infraestructura práctico-utilitaria o, en el caso específico de Guanajuato Capital, el Fondo Minero.
“En la Asociación (de Ciudades Capitales) están todos los Alcaldes (de las Ciudades Capitales); la idea es que nos pongamos de acuerdo, (porque) todos padecemos lo mismo por la falta de recursos. Pediremos audiencia ante el Congreso de la Unión, se hará una comitiva y pediremos algunos cambios para acceder a recursos”, advirtió Navarro en el papel de portavoz de esta nueva confederación municipal que halla en su puntal en las capitales.
La marca Navarro resonó en la Sultana del Norte, e inclusive se puso a la par de la expansiva e imantada imagen pública de dos ‘colosos’ norteños: el góber influencer Samuel García Sepúlveda y el alcalde regiomontano Luis Donaldo Colosio, hijo del máximo mártir —dicho sea con todo respeto— del historial mexicano de vendettas. En términos artísticos, la construcción de la imagen pública de Navarro sería una especie de objet trouvé u objeto encontrado, es decir, una conjunción de elementos cotidianos u ordinarios que nadie más detecta y que se elevan a un estatus especial por emplearse en una manifestación socialmente útil o en un lanzamiento —o envión— políticamente inusitado.
Hasta el mismo Parque Fundidora llegó el eco de la ola navarrista, cuya resonancia ya traspasó las fronteras estatales y cuya elevación a los altares del marketing político impone #UnNuevoComienzo o un reset en la configuración del panismo clásico o medieval. Navarro demostró, una vez más, que ese viejo cascarón del PAN ya no funciona en las nuevas realidades que ese mismo panismo pasado de moda pregona desde sus tribunas. Nos guste o no, aún no emerge otra figura panista que sepa #PensarEnGrande. Si Acción Nacional no se inclina hacia un perfil trendy o voguish —en el sentido vital del término—, ya debería irse despidiendo de la predominancia política en el estado.
¿O quién más fuerte para ganar la Gubernatura de Guanajuato? Tal vez suene precoz o quizá suene a romanticismo obsoleto, pero el navarrismo practicalista se está convirtiendo en una corriente preponderante dentro del PAN e inclusive dentro de quienes se dedican a la promoción de figuras políticas.
A manera de colofón, el andariego alcalde guanajuatense Alejandro Navarro le dio otro empujón a su carrera política en su cuna natal, la que tal vez también sea cuna de su (pre)candidatura a la Gubernatura, ¿o usted qué dice?