Después de ser foco mundial con el descaro de Enrique Solís, conocido como el alcalde golpeador, Silao ahora tiene un alcalde acosador, llamado Carlos García.
La regidora independiente Luz Ibarra tuvo la valentía de sacar a flote un tema que el morenista Carlos García quiso enterrar, un tema de macho opresor en una posición de poder.
Ibarra denunció al Presidente Municipal de Silao por presunto acoso erótico-sexual, en perjuicio de una mujer que lo auxiliaba en el rol de secretaria, pero no cualquier tipo de secretaria.
Según fuentes de la misma Presidencia Municipal, la esposa del Alcalde, Ivonne Castro, fue quien tomó la decisión de expulsar de la Administración a la secretaria presuntamente acosada por su marido, bajo condiciones infrahumanas y que atentan contra cualquier protocolo diseñado para proteger los derechos de las mujeres.
Lo peor de todo es que Carlos García, acusado de acoso, no se cansó de pregonar al inicio de su Administración que sería un incansable defensor del género femenino y repetía una y otra vez que “con las mujeres, todo; y sin las mujeres nada”. ¿Pero qué tipo de todo y qué clase de nada?, ¿todo de abuso y nada de respeto?